domingo, 26 de marzo de 2017

Conflicto vs Paz



La paz es un tema extremadamente delicado, los niños desde muy temprana edad desean que todos en el mundo sean felices y que las guerras lleguen a su fin, y ciertamente es un deseo hermoso y que enorgullece a los padres el escuchar a los pequeños el tener tan hermosos deseos, pero al mismo tiempo los padres se entristecen al saber que esos deseos solo irán a oídos sordos, al menos en nuestro presente. Y más triste aun es saber que varios de esos niños saben esa verdad incluso antes de pensar en esa hipotética paz, pues ya conocen los horrores de la guerra y lo extremadamente bajo que la humanidad puede caer. El desear que TODOS en el mundo sean felices es, no solo imposible, sino contradictorio, pues algunas personas no pueden llegar a ser felices al menos que todos a su alrededor sean miserables, y desearía que fuese solo una gran exageración, pero aquellos que han vivido tanto tiempo en este mundo y que han conocido a una gran variedad de personas saben muy bien que estoy en lo correcto, y por triste que suene, ni siquiera a los golpes aprenden estas personas. Las personas mayores suelen decir que es la sociedad la que corrompe a las personas y las vuelve monstruos, lo cual es verdad, pero hay ocasiones en las que tristemente el monstruo no se hace, sino que nace, y existe evidencia en muchos niños que nacen con mentalidad destructiva e incluso asesina, y no se puede culpar a los padres o amigos por esto, pues su cerebro no se desarrolló de la forma que normalmente se haría, pero aquello que está roto se puede arreglar, tal es el caso de los cientos de niños que maltratan a animales inocentes, incluso a sus familiares pequeños inocentes, pero que encuentran la cura gracias a personas amorosas y dedicadas que permanecen años a su lado hasta que crezcan como personas de bien y que viven ahora por el bienestar de sus semejantes.

Lo mismo se puede decir de aquellos “monstruos que se hacen” por la terrible influencia de familiares. Pero, ¿Qué hay de aquellos que no reciben esa ayuda? ¿aquellos que encuentran la solución en la violencia letal y en asesinar a sus opuestos? A diferencia de la gran mayoría de personas que no se atreverían a cruzar la línea con aquellos que les hicieron mucho mal, más allá de unas cuantas amenazas e insultos, existen las personas que se cansan de los maltratos de sus semejantes y se deciden a actuar como juez, jurado y verdugo en cuestión de segundos. Y no solo se limitan a una persona, sino a una nación entera, y esas mismas personas, gracias al dolor que comparten con otros y su liderazgo que nace de la interacción negativa continua que forja su carácter, son capaces de atraer, o forzar, a otras personas a unirse a su causa, la cual puede o no ser correcta, pero para ellos el mundo está girando en contra suya e intentan con todas sus fuerzas obligar al mundo a devolverse al sentido que ellos deseen. Y, como se imaginarán, obligar al mundo a dar la vuelta no es tan fácil y amigable como se esperaba, y en la gran mayoría de los casos son las personas inocentes, que no tienen vínculo alguno con ese conflicto de ideales, las que resultan más afectadas, o incluso asesinadas por ese cruce de ideas.

Entonces, ¿son unos simples asesinos y debe tratárseles como tal, encerrarles y tirar la llave? Como se dijo antes, todo conflicto, externo o interno, tiene su motivo, y estas personas tienen su razón para luchar, pero la forma en que llevan sus objetivos a cabo es vil y deplorable, y, como se dijo antes, es una línea que muchas personas jamás estarían dispuestas a cruzar hasta la muerte. Comparado con los “pequeños monstruos” que causan tanto daño e infortunio a sus familias, es fácil decir que no saben lo que hacen, pero algunos de estos sí lo saben, y aun lo hacen, y solo hasta cuando reciben la ayuda necesaria es cuando saben las verdaderas consecuencias de lo que están haciendo al dañar a sus hermanos pequeños y a sus mascotas.

Lo que quiero decir es que, a pesar de las dificultades que se han causado a lo largo de más de medio siglo de derramamiento de sangre, bombardeo y dolor, se puede encontrar una luz al final de este tumultuoso túnel que la civilización colombiana está atravesando. Incluso se puede observar que las víctimas directas del conflicto están dispuestas a perdonar y seguir adelante, dándoles la oportunidad a estas personas de encontrar otro camino, otra solución, charlando con los representantes máximos del gobierno, después de tantos años, llegando a un acuerdo mutuo, de que si es posible que la paz pueda nacer en un país tan controversial como el nuestro, y yo tengo la esperanza puesta en que, algún día en el futuro, no que se olvide lo que aquí ocurrió, sino aprender de los errores en ambas partes, que no se debe alzar en armas a atacar a los civiles inocentes, y que no se debe ignorar completamente los derechos de los ciudadanos que se supone deben proteger y servir, pues en una guerra ningún bando es inocente, y los verdaderos perdedores al final son los inocentes que se encuentran atrapados en el medio del lanzamiento de balas, y es por ellos por quien se debe encontrar finalmente la paz en Colombia.

Leonardo David Ospino Reales

No hay comentarios:

Publicar un comentario