sábado, 18 de febrero de 2017

Reseña "La Celebre Rana Saltarina del Distrito de Calavera" de Mark Twain

La Celebre Rana Saltarina del Distrito de Calavera: http://www.biblioteca.org.ar/libros/155130.pdf

TWAIN, Mark. La Celebre Rana Saltarina del Distrito de Calavera. New York Saturday Press, Estados Unidos, 1865. 5p.


Esta obra fue escrita por el humorista, orador y escritor estadounidense Samuel Langhorne Clemes, conocido por su seudónimo de Mark Twain, quien vivió gran parte de su vida durante el siglo XIX. Twain creció en Hannibla, Missouri, sitio que sirvió como inspiración para su novela más famosa, Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Twain fue reconocido por su estilo humorístico, que logró que su primera obra fuese traducida incluso al Griego Clásico, lo cual exalta la fama que dicho autor alcanzó gracias a su jocosidad en sus historias, y dicho cuento popular internacionalmente se llama “La Celebre Rana Saltarina del Distrito de Calavera”, que cuenta de un hombre que, en medio de una vuelta importante, escucha la historia de un hombre con la mala fama de apostar por cualquier cosa y, si no logra convencer una apuesta a la primera, buscará cualquier método para que la apuesta se lleve a cabo.


Este cuento, aunque no tiene un fin específico en cuanto a su historia, está más ligado a hacer reír a su lector, por ello la obra se desenvuelve como una conversación normal entre dos personas, donde el anciano se desvía de la pregunta original del joven sobre una persona, para contar la historia de un señor con el mismo apellido, cuya confusión es común para personas de avanzada edad. Si el evento le ocurriese al lector, es posible que la situación no fuese la más placentera, pero como espectador, junto a la manera coloquial y familiar de expresarse del autor, la lectura de esta historia es una experiencia alegre y que trae sonrisas a cualquier lector, además de que, al no necesitar buscar el significado de una sola palabra en el cuento, el flujo de la historia se mantiene, lo cual permite que el humor se mantenga, el cual es el objetivo principal del autor, además de servir como crítica a los apostadores compulsivos.


Mark Twain, incluso al momento de su muerte, prediciendo que se iría junto al cometa Halley, nunca dejó el humor de lado, buscando inspiraciones en las historias de su pueblo y en las personas con las que creció. Por más difícil que estuviese la situación, él buscaba el humor en toda situación, lo cual conecta con muchas personas, el presente incluido, de que la vida es más que preocupaciones y tristeza, pues según Twain, la belleza de la vida está en encontrar la risa cuando uno más la necesita y cuando es más difícil de alcanzar. Debido a que ésta historia está basada en un cuento que escuchó el mismo Twain, es claro decir que el mismo autor se representa a sí mismo como el anciano que cuenta la historia y el joven que la escucha, y es fácil pensar que no podía aguantar la risa mientras la escribía, y pensaba en la posibilidad de que todo el mundo pudiese reírse de la misma forma.



Leonardo David Ospino Reales

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